Cogiendo el punto.

Los humanos y perros han permanecido juntos miles de años, un proceso en el que se involucró a lobos que se volvieron nuestro más cercano animal de compañía. Una investigación ha demostrado que los perros están más en sintonía con nosotros, que nuestro parientes genéticos más cercanos, los monos.

Los perros son capaces de interpretar nuestros actos sociales. Un estudio llevado a cabo por la Brian Hare de la UC Santa Barbada ha demostrado que los perros pueden seguir la direcciones humanas y gestos.

En un experimento básico, un humano esconde una chuche bajo dos cubiertas opacas, sin que el perro sepa o huela donde está el contenido. Entonces, antes de que se le permita al perro hacer una elección, el humano le indica al perro donde está la chuche señalando, tocando o marcando el contenedor donde realmente está.

Mientras que algunos monos capuchinos aprendieron esa habilidad después de muchos intentos, los perros demostraron la tendencia en hacerlos naturalmente. Existen muchas hipótesis sobre esa habilidad que tienen. Una de ellas es que viene de cuando los ancestros del lobo se hicieron cazadores y prestaron atención a las mistas que dejaban cada uno y su presa. Otra hipótesis es que los perros han desarrollado esa habilidad porque han estado en contacto con los humanos desde hace mucho tiempo, cuando los monos no. La tercera hipótesis dice que los perros tienen esta habilidad porque los humanos han favorecido a los perros con ellos y lo han hido favoreciendo en las sucesivas crianzas.

El estudio es un claro indicador que intencionalmente o no, los humanos han creado a los perros para que tengan esa habilidad.

Vía: www.cesarsway.com por Jon Bastian